Si te consideras una persona romántica, esta noticia es para ti. A muchos de nosotros, nos gusta leer libros o historias llenas de romances. Pero, ¡qué mejor que una verdadera historia romántica!. Por ello, te traemos entre la guitarra y el corazón, una historia conmovedora de un argentino que sembró una guitarra de árboles para honrar la memoria de su esposa.
Historia inspiradora
En los años 70, Graciela, una joven madre y esposa, sobrevolaba Córdoba y apreciaba el paisaje agrícola. En el transcurso de la ruta, se percató de que una granja tenía forma de cubo de leche, por lo que le pregunto a su esposo, Pedro Ureta, si su granja podía tener forma de guitarra para mostrar su amor por ese instrumento. A lo que su esposo respondió: “después, hablemos después”. Tras el repentino fallecimiento de Graciela en 1977, a los 25 años de edad, Ureta se determinó a llevar a cabo este homenaje en memoria de su esposa.
A pesar de estar con el corazón roto, Ureta decidió realizar este homenaje junto a sus cuatro hijos. De manera que diseñaron el bosque y el jardín dandole forma de guitarra en 1979 con el propósito de honrar la memoria de Graciela. Junto a los trabajadores lograron sembrar más de 7000 árboles en la granja. El contorno y el agujero de la guitarra está formado con cipreses, mientras que las cuerdas fueron delineadas con árboles de eucalipto. Esta admirable obra tiene una longitud de un kilómetro en la granja. A lo largo de los años, la familia de Ureta cuidó el bosque, inclusive crearon soluciones alternativas para prevenir las plagas.
Dato adicional
Hoy en día, este romántico símbolo ha ganado reconocimiento local e internacional reflejando el gran amor que sentía el agricultor argentino por su esposa. Por esta razón, puedes verla desde Google Earth, donde podrás observar cientos de comentarios de personas de todo el mundo que se han enternecido por esta historia de amor. A través del Radiómetro de Reflexión y Emisión Térmica Avanzada del Espacio (ASTER), la NASA está registrando la historia de Ureta y Graciela. Lamentablemente, Ureta falleció en el 2019. No obstante, esta creación continúa siendo un emotivo homenaje de este inspirador romance.
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-Luciérnaga-
