El arte indígena amazónico ha encontrado una embajadora excepcional en Olinda Silvano, la artista shipibo-konibo cuya obra ha conquistado Europa y otras partes del mundo. Con su estilo vibrante basado en el kené, una tradición ancestral de su comunidad, Silvano ha logrado exponer en los museos y ferias de arte más importantes, convirtiéndose en un referente del arte amazónico contemporáneo.
Un legado de resistencia y color
Nacida en Paoyhan, a orillas del río Ucayali, Olinda Silvano creció inmersa en las enseñanzas de su cultura. Su conexión con el kené, un patrón geométrico que representa la energía y el conocimiento de su pueblo, ha sido el eje central de su arte. Desde su comunidad en Cantagallo, en Lima, ha trabajado incansablemente para preservar y visibilizar la riqueza del arte shipibo-konibo.
A lo largo de su carrera, ha recibido múltiples reconocimientos, incluyendo el título de «Personalidad Meritoria de la Cultura» en 2018. Sin embargo, su mayor logro ha sido llevar el arte amazónico más allá de las fronteras peruanas y posicionarlo en el escenario internacional.

Fuente: REPAM.
El camino hacia el reconocimiento internacional
El ascenso de Olinda Silvano en el mundo del arte no ha sido fácil. Su primera gran oportunidad llegó en 2016, cuando fue invitada a Francia para pintar un mural. Sin embargo, la falta de recursos le impidió viajar. A pesar de este revés, su determinación la llevó a aceptar una invitación a México poco después, financiando su propio viaje con un préstamo bancario.
Ese esfuerzo fue clave para su crecimiento profesional. Tras su paso por México, su arte fue requerido en Vancouver, donde fue invitada a pintar un mural con todos los gastos cubiertos. A partir de ahí, su nombre comenzó a resonar en el ámbito internacional, llevándola a Rusia, Brasil, Estados Unidos y diversos países europeos.
Olinda Silvano en ARCOmadrid
Uno de los hitos recientes en la trayectoria de Olinda Silvano fue su participación en ARCOmadrid, una de las ferias de arte más prestigiosas del mundo. Su presencia en este evento reafirma el interés global por el arte shipibo-konibo y la importancia de su trabajo en la representación de la cultura amazónica.
Además de ARCOmadrid, Silvano ha presentado su obra en exposiciones simultáneas en el Museo Lázaro Galdiano, la galería Centro Centro, la galería Enhorabuena y el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Estas exhibiciones han permitido que su arte alcance nuevos públicos y continúe su proceso de internacionalización.
El arte como medio de sanación y protesta
Para Olinda Silvano, el arte no solo es una expresión estética, sino también una forma de sanación y resistencia. La tradición del kené es una conexión con la memoria ancestral de su pueblo, un medio para narrar historias y transmitir conocimientos que de otro modo se perderían.
Su obra no solo refleja la cosmovisión shipibo-konibo, sino que también aborda problemáticas contemporáneas como la crisis ambiental y la defensa de los territorios indígenas.

Un futuro de expansión y enseñanza
A pesar de su éxito, Olinda Silvano mantiene su compromiso con su comunidad y con la formación de nuevas generaciones de artistas shipibo-konibo. A través del colectivo Soi Noma, fomenta la colaboración entre artistas indígenas y trabaja para asegurar que la tradición del kené continúe vigente.
Además, ha manifestado su deseo de que sus hijos continúen su legado. “Yo no soy eterna, pero mis hijos están aprendiendo y ya firman sus obras”, comenta con orgullo. Su hijo Ronin ya ha comenzado a representar a su madre en eventos cuando ella no puede asistir, garantizando la continuidad de su arte y su mensaje.
La importancia de valorar el arte indígena
A pesar del reconocimiento que ha obtenido en el extranjero, Olinda Silvano señala que en Perú aún hay un largo camino por recorrer en la valorización del arte indígena. Sin embargo, sigue apostando por su comunidad y promoviendo el arte amazónico con la esperanza de que su trabajo inspire a futuras generaciones.
Con una trayectoria marcada por la perseverancia y el talento, Olinda Silvano continúa abriendo caminos en el mundo del arte, demostrando que la tradición y la innovación pueden coexistir para dar vida a una propuesta única y llena de significado. Su arte, impregnado de historia y espiritualidad, sigue conquistando corazones y llevando el mensaje de su pueblo a nuevas latitudes.