En un mundo donde casi 2000 millones de personas aún luchan por acceder a agua potable segura, una luz de esperanza emerge desde la creatividad de una adolescente. Se llama Divyasri Kothapalli, tiene apenas 17 años y acaba de ganar el premio del público en el prestigioso Stockholm Junior Water Prize con una innovación tan simple como revolucionaria: un purificador de agua que funciona únicamente con energía solar, incluso en días nublados.
Lo que comenzó como un proyecto estudiantil impulsado por curiosidad y empatía terminó convirtiéndose en un sistema capaz de transformar comunidades. Y lo mejor: es accesible, sostenible, replicable y diseñado con materiales al alcance de cualquiera. Una muestra clara de cómo la ciencia joven está abriendo caminos donde antes solo veíamos límites.
Un purificador de agua inspirado en el sol… y en la resiliencia humana
El corazón del sistema es una lente Fresnel: un disco plano con anillos que concentran la luz solar en un punto de calor intenso, suficiente para hervir agua incluso cuando el cielo está cubierto. Gracias a este mecanismo, la luz —aunque tenue— se amplifica lo suficiente para iniciar el proceso de destilación.
Así funciona el purificador de agua creado por Kothapalli:
- La lente concentra la luz solar.
 - El calor hierve el agua contaminada dentro de un contenedor metálico reutilizado.
 - El vapor viaja por tubos de silicona aptos para alimentos.
 - El vapor se condensa y se transforma en agua limpia y destilada.
 
Y todo esto sin electricidad, sin combustible y sin químicos. Solo sol, física y una enorme dosis de ingenio.
Purificación incluso en días nublados: la verdadera revolución
A diferencia de muchos dispositivos solares que dependen de la luz directa, este purificador de agua fue diseñado para climas húmedos y de baja radiación, como el Reino Unido. Las pruebas demostraron que mantiene una producción estable incluso cuando el sol se oculta entre nubes densas.
Esta capacidad lo convierte en una herramienta especialmente valiosa para:
- comunidades rurales,
 - zonas sin red eléctrica,
 - regiones afectadas por desastres naturales,
 - familias que dependen de fuentes de agua contaminada.
 
Es una alternativa silenciosa, limpia y de bajo costo frente a métodos que suelen ser caros o contaminantes.
¿Por qué este purificador de agua es tan importante?
El mundo enfrenta una crisis hídrica que se intensifica con el cambio climático. Sequías, inundaciones, contaminación y sobreexplotación están reduciendo el acceso a fuentes seguras. En ese contexto, las soluciones que dependan de energía renovable, que no generen residuos y que puedan ser construidas localmente se vuelven vitales.
El purificador de agua de Kothapalli ofrece ventajas clave:
- No requiere electricidad.
 - No emite gases contaminantes.
 - Los materiales son económicos y accesibles.
 - No genera residuos químicos.
 - Su mantenimiento es mínimo.
 - Puede durar años con una inversión inicial baja.
 
Combinado con su diseño simple, es un ejemplo perfecto de tecnología climáticamente inteligente.
El poder de la innovación juvenil
La participación de Kothapalli en el Stockholm Junior Water Prize no solo resalta su logro personal, sino también la importancia de los jóvenes como motores del cambio global. Este certamen ha premiado desde 1997 proyectos que luego se convierten en soluciones implementadas en múltiples países. La adolescente recibió apoyo de expertos en agua, ingenieros y científicos durante todo su proceso, demostrando cómo la colaboración intergeneracional es capaz de escalar ideas brillantes.

Fuente: Stockholm Junior Water Prize
Además, su purificador de agua compitió con propuestas de alerta temprana de inundaciones, tecnologías para eliminar contaminantes y sistemas de retención hídrica, evidenciando el amplio abanico de creatividad juvenil frente a los desafíos climáticos.
Una solución sostenible con impacto real
El diseño del purificador de agua está pensado para ser fabricado localmente, utilizando piezas disponibles en mercados comunes: un contenedor metálico, una lente Fresnel y tubos de silicona. Nada más.
El costo aproximado de construcción oscila entre 50 y 100 dólares, pero ofrece años de agua potable sin necesidad de pagar combustible, baterías o repuestos.
Por eso, organizaciones humanitarias, ONG y gobiernos locales ya están interesándose en implementar proyectos piloto en distintos países. La posibilidad de licencias abiertas permitiría su difusión global sin barreras económicas ni patentes restrictivas.
Un paso firme hacia comunidades más saludables y resilientes
El impacto potencial es gigantesco. Este purificador de agua puede:
- reducir enfermedades hídricas,
 - aliviar la carga económica en familias vulnerables,
 - disminuir la deforestación causada por la quema de leña para hervir agua,
 - mejorar la seguridad hídrica en zonas afectadas por el clima,
 - reducir emisiones de carbono al reemplazar métodos tradicionales.
 
Es una solución que cruza sostenibilidad, innovación y justicia social.
El futuro: más investigación, más comunidades, más esperanza
Los planes de Kothapalli ahora incluyen expandir las pruebas del purificador de agua en climas distintos, desde desiertos calurosos hasta selvas tropicales húmedas, así como colaborar con comunidades rurales para adaptar el diseño a sus realidades.
Su historia nos recuerda algo fundamental: la innovación no siempre viene de laboratorios multimillonarios. A veces nace en el proyecto de una estudiante, en el deseo de resolver un problema que vive de cerca, en la capacidad de imaginar un futuro donde todos tengan acceso a agua limpia.
Y eso, en un mundo que cambia tan rápido, es exactamente la chispa de esperanza que necesitamos.
