En un mundo donde las energías renovables avanzan con fuerza, surge una noticia inspiradora: un sistema innovador basado en sales fundidas promete cambiar la manera en que almacenamos y aprovechamos la energía térmica. Este avance no solo resuelve uno de los mayores desafíos de las fuentes limpias, su intermitencia, sino que también abre una nueva etapa para comunidades, hogares e industrias que dependen de un suministro constante y sostenible.
¿Qué es la energía térmica y por qué es clave?
La energía térmica es la energía interna que poseen los cuerpos debido al movimiento de sus partículas. Se percibe como calor y puede transferirse de un lugar a otro mediante conducción, convección o radiación. Desde la cocina en casa hasta las centrales eléctricas, la humanidad la ha usado durante siglos como una de sus fuentes más versátiles.
Hoy, este tipo de energía vive una nueva etapa gracias a la combinación con tecnologías limpias. Su capacidad de almacenar calor y liberarlo cuando más se necesita la convierte en un aliado fundamental para el futuro de las energías renovables.
Sales fundidas: una solución brillante para el almacenamiento
Las empresas Hyme Energy (Dinamarca) y Sulzer (Suiza) han desarrollado un sistema capaz de almacenar energía de origen solar y eólico en forma de calor concentrado dentro de sales fundidas. Estas sales se calientan a unos 600 °C, reteniendo la energía térmica durante hasta dos semanas.
Cuando se necesita electricidad o calor, el sistema libera ese calor almacenado, generando vapor para mover turbinas o alimentar directamente procesos industriales. Lo más sorprendente es su eficiencia: recupera alrededor del 90 % de la energía almacenada.
En términos prácticos, la primera instalación abastecerá a unos 100.000 hogares durante 10 horas. Una promesa que acerca la estabilidad y la seguridad energética a regiones que dependen de energías limpias.
Beneficios ambientales y sociales
La gran ventaja de esta tecnología es que utiliza como materia prima una sal industrial, subproducto del proceso de producción de cloro. Esto significa que, además de ser barata y abundante, contribuye a dar un nuevo uso a residuos, reduciendo el impacto ambiental.
Además, al no depender de baterías de litio, esta alternativa disminuye la presión sobre la minería y sus consecuencias ecológicas. Así, la energía térmica almacenada en sales fundidas se convierte en una de las soluciones más sostenibles y responsables del momento.

Diferencias con las baterías tradicionales
Las baterías de litio resultan útiles para almacenar energía por horas, pero se quedan cortas cuando se requieren días enteros de autonomía. En cambio, los sistemas de sales fundidas permiten retener calor durante semanas y manejar volúmenes suficientes para alimentar barrios completos o grandes industrias.
Esto convierte a la energía térmica en un puente ideal entre las energías renovables y la estabilidad de las redes eléctricas modernas.
Aplicaciones reales y futuro prometedor
Más allá de la generación eléctrica, sectores como la industria química, alimentaria o papelera podrán beneficiarse con calor limpio y constante, reduciendo sus costos y emisiones. También los parques solares y eólicos podrán acoplarse a esta tecnología para entregar energía incluso cuando no brille el sol ni sople el viento.
Países europeos como Alemania, Dinamarca o los Países Bajos ya muestran interés en su implementación. Con proyectos piloto a gran escala, se espera que pronto esta tecnología pueda expandirse a otras regiones del mundo.
Una buena noticia para la transición energética
Lo más inspirador de este avance es que combina innovación tecnológica con visión ambiental. No se trata solo de almacenar electricidad, sino de repensar cómo usamos la energía térmica de manera más eficiente y sostenible.
La alianza entre ciencia, industria y compromiso ecológico muestra que es posible acelerar la transición energética con creatividad y responsabilidad. Al aprovechar el calor como motor de futuro, estamos construyendo una base sólida para un planeta más limpio.
El sistema de almacenamiento en sales fundidas es mucho más que un proyecto: es una señal de esperanza. Representa un paso concreto hacia un mundo donde la energía térmica se convierte en el puente entre las fuentes renovables y la vida diaria de millones de personas.
Hoy hablamos de ciencia, pero mañana podría ser parte de nuestros hogares, industrias y ciudades. Una prueba de que las buenas noticias en el ámbito ambiental son posibles, y que la innovación puede guiarnos hacia un futuro brillante y sostenible.